21 de Septiembre, Día Mundial del Alzheimer

El Alzheimer es una patología neurodegenerativa que afecta a cerca de 500.000 personas en España, aunque se calcula que hay 300.000 más sin diagnosticar. El comienzo de la enfermedad es descrito por las familias con bastantes similitudes: “tenía algunos olvidos”, “no recordaba algún nombre”…

Esta enfermedad se puede presentar de formas muy diferentes pero en todas ellas hay algo en común, la enfermedad lleva años gestándose en el cerebro antes de que aparezcan los primeros olvidos.

Hoy día 21 de Septiembre, se celebra el Día Mundial del Alzheimer y en estos momentos uno de los últimos retos a los que se enfrenta la ciencia es el diagnóstico precoz de esta enfermedad. Los especialistas tratan de diagnosticar el Alzheimer antes de que el paciente sufra demencia, en la fase de deterioro cognitivo leve. En un futuro se pretende incluso adelantarse al deterioro cognitivo para poder administrar los tratamientos preventivos con más éxito de manera que, mientras no exista terapia curativa, permitan frenar o revertir los síntomas.

Tratamiento sintomático

“Los tratamientos actuales, sintomáticos, tienen un discreto efecto en la evolución de los acontecimientos, pero es lo que tenemos”, admite David A. Pérez, director de la Fundación Española del Cerebro y miembro de la Sociedad Española de Neurología. Además, recuerda que el paciente y la familia deben saber que los tratamientos no farmacológicos como la estimulación precoz y el ejercicio físico son tan importantes como las pastillas.

Acudir a un centro de día, socializarse y pasear por el barrio, participar en talleres, charlar de fútbol o del tiempo, recordar acontecimientos y personas del pasado… Todos estos métodos han demostrado su utilidad para frenar el deterioro de los pacientes. Los especialistas señalan que  las familias no deben esperar a que el paciente se demencie para acudir en busca de ayuda profesional ya que en la primera fase de la enfermedad, el paciente todavía tiene cierta capacidad de aprendizaje, pueden estimularle y ayudarle a afrontar lo que le va a pasar. También destacan la importancia de la atención psicológica al paciente y familias, no cubierta por el sistema nacional de salud, ya que muchos de ellos pueden sufrir grandes tasas de ansiedad y depresión a la hora de enfrentarse al diagnóstico.