Pedro Montejo Carrasco: “los enfermos de Alzheimer captan el afecto durante toda la enfermedad”

enfermos de alzheimer

Todas las personas podemos desarrollar Alzheimer. Sin embargo, algunos factores de riesgo determinan quiénes tendrán más probabilidades de desarrollarlo. Según Pedro Montejo Carrasco, Jefe del Centro de Prevención del Deterioro Cognitivo del Ayuntamiento de Madrid, detrás de los cambios que viven los enfermos de Alzheimer puede haber una razón genética, “de modo que si una persona tiene un familiar o más con Alzheimer, será más probable que lo vaya a desarrollar”.

“Pero también intervienen otros factores. Es como si tuviéramos que bajar una escalera de 20 peldaños: bajamos tres peldaños si tenemos un familiar con Alzheimer, bajamos otros dos si tenemos hipertensión y no la tratamos de modo adecuado con los medicamentos que nos indique el médico, bajamos otros dos peldaños si tenemos el colesterol alto, bajamos otros dos si padecemos diabetes y no la tratamos, bajamos otros dos si nos aislamos y estamos sin estímulos externos… Todos estos factores intervienen para que aparezcan los síntomas de la enfermedad”.

Cuidados para los enfermos de Alzheimer

Cuando una persona sufre Alzheimer, es importante que sus familiares y cuidadores tengan con él un trato especial. Como respuesta a la pregunta de qué cinco recomendaciones propondría a los familiares de un paciente de Alzheimer, Montejo sugiere:

1. Comprender que es un enfermo, y que sus errores no tienen como objetivo molestarnos.

2. Tener en cuenta que, si nos hace la misma pregunta cinco veces, esa quinta vez sería para él la primera.

3. Tener una enorme paciencia.

4. Darle mucho cariño y amor. Pedro Montejo Carrasco, médico psiquiatra, indica que “los enfermos captan el afecto durante toda la enfermedad, aunque nos parezca que no sienten ya nada, pues la región cerebral que capta el afecto no está tan alterada como la que se ocupa de los recuerdos”.

5. Buscar ayudas externas. “La enfermedad es una carga muy pesada y conviene buscar entidades, asociaciones como AFAL u otras, que ayuden a llevarla. El buscar ayudas será bueno para el familiar o cuidador y para el paciente”.

Además, recomienda ejercicios específicos para que las personas mayores puedan mejorar la memoria. “Como ejercicios de atención, pueden practicar los llamados ‘de cancelación’: tachar las letras ‘a’ que hay en una página. Esto hay que hacerlo sin que nada nos distraiga y totalmente concentrados”.

Como ejercicios de lenguaje, el médico psiquiatra propone “decir palabras que empiecen por una letra, como ‘p’ o ‘l’, y escribir palabras con las letras de ‘casimiro’. Saldrán decenas de palabras”.

Los ejercicios de recuerdo de números también son recomendables. Por ejemplo, “recordar números descomponiéndolos y asociando las cifras, como 2512: se descompone en 25, el día de Navidad, y 12, el mes de diciembre”.

También, “cuando leemos algo conviene pararnos de vez en cuando y tratar de repasar o resumir lo que hemos leído. Deberemos intentar recordar, por ejemplo, durante 10 minutos al día, todo lo que nos ha sucedido en un determinado periodo de tiempo. Podríamos dedicar por la tarde los 10 minutos a recordar todo lo que ha sucedido y hemos hablado entre las 9 y las 10 de la mañana”.

Para mejorar la memoria, “hay tres consignas importantes a tener en cuenta: la atención, pues debemos concentrarnos en lo que queremos recordar ya que la atención ‘es la puerta de la memoria’; el esfuerzo, pues en el campo de las hábitos positivos nada se consigue sin esfuerzo, y el ejercicio, concretamente hacer las actividades un día y otro, de modo constante”.

Los síntomas de Alzheimer

Muchos síntomas pueden señalar que un paciente sufre Alzheimer, pero algunos son especialmente significativos para los enfermos de Alzheimer. Según Montejo, una señal de alarma de ‘la enfermedad del olvido’ es olvidar aquello que le acabas de decir.

También pueden ser síntomas olvidar lo que ellos mismos han dicho, y repetir múltiples veces las mismas anécdotas. Olvidan tomar sus medicamentos, cómo deben tomarlos, olvidan dónde viven y muchas veces se pierden al no recordar cómo volver a casa, e incluso llegan a olvidar el nombre de familiares o amistades.

Además de desorientarse espacialmente, “se desorientan temporalmente porque olvidan el año, el mes y el día de la semana”. Los enfermos de Alzheimer “olvidan cómo se manejan algunos aparatos como la lavadora o el mando de la tele o del teléfono, y olvidan cómo se cocina y cada vez van haciendo platos más simples y sencillos”.

Todos tenemos olvidos, pero los que sí deberían preocuparnos son los que “alteran la vida diaria”. De hecho, personas con y sin Alzheimer compartimos algunos olvidos, pero la diferencia es que las personas que sufren esta enfermedad tendrán estos olvidos de manera mucho más frecuente.

Algunos de los olvidos que compartimos son “tener una palabra en la punta de la lengua, olvidar dónde hemos puesto algo, olvidar y por lo tanto tener que comprobar si hemos hecho algo, olvidar algo que nos han dicho, olvidar hacer un recado, olvidar cuándo ocurrió algo, y olvidar coger objetos al salir de casa, como las gafas, el monedero o las llaves”.

Alzheimer y Deterioro Cognitivo Leve

Para Montejo, el Alzheimer se diferencia del deterioro cognitivo leve en que “el Deterioro Cognitivo Leve es una situación intermedia entre la normalidad y la demencia. Muchas personas que padecen Deterioro Cognitivo Leve van a padecer posteriormente, con los años, demencia. Estas personas tienen alteraciones en la memoria de mediana intensidad, sobre todo de la memoria reciente, alteraciones del lenguaje, de la atención, de las funciones ejecutivas o de organización y planificación de la vida”.

“Las alteraciones con frecuencia son como las de la enfermedad de Alzheimer, pero de mucha menor intensidad y no hacen a las personas dependientes. Un individuo con Deterioro Cognitivo Leve puede desempeñarse normalmente en la vida, aunque puede comenzar a tener dificultades en el control del dinero, en la orientación espacial, de manera que puede sentirse inseguro si sale de su barrio o zona más conocida, y tiene además otros olvidos que cada vez son más frecuentes”.

“A veces es difícil diferenciar una persona con Deterioro Cognitivo Leve de una persona con enfermedad de Alzheimer leve. Sin embargo, el Deterioro Cognitivo Leve también puede ser causado por alteraciones psiquiátricas como algunas depresiones o esquizofrenia, o por alteraciones cerebrovasculares”.

 

 

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